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domingo, 12 de abril de 2020

Estación de Benaoján





Tipo de recorrido: Circular
Distancia total recorrida: 7´3 km.
Desnivel a superar: 400 m.

Les presento un bonito recorrido circular que puede realizarse fácilmente en dos horas, y prácticamente sin ninguna dificultad, si tenemos ganas de andar. En él disfrutaremos de uno de los entornos más atractivos del parque Natural Sierra de Grazalema, como es la cueva del Gato, además de espectaculares panorámicas del valle del río Guadiaro y de la comarca de Ronda.

Partiremos desde la estación de ferrocarril de Beanoján, junto a la que existe una pequeña cantina, regentada por Ángel y su esposa Rosi. Donde, si lo deseamos, podremos degustar al regreso, de una bien merecida cerveza helada, acompañada de unas exquisitas tapas con productos de la zona. También podemos optar por almorzar, justo enfrente, en el bar de Anita. Y si lo que deseamos es saborear un buen asado, el lugar idóneo es el restaurante El Muelle, que regenta Cristóbal, y su  amable señora Gina. Está situado a unos ochenta metros de la estación, junto a la misma línea de ferrocarril, dirección Ronda.

Como decíamos, partimos durante unos cien metros, dirección sur, y siempre paralelos a la línea del ferrocarril, hasta llegar a un paso a nivel que tomamos a nuestra izquierda. Descendemos suavemente entre las casas de la barriada de la Estación, y en breve, tomamos la calle que parte a nuestra izquierda, dejando a  nuestra izquierda la pequeña fábrica de embutidos Los Cachones.
Esta calle que hemos abandonado con anterioridad, antaño nos conducía hasta un puente que desgraciadamente destruyó el río Guadiaro tras la riada que se produjo en la madrugada del domingo 21 de octubre de 2018. Esta era la ruta habitual hacia la Cueva del Gato, y así es recogida en folletos, y paneles informativos. Animo, desde aquí, a las autoridades competentes, a la reconstrucción de esta infraestructura que daba vida a la barriada de Estación de Benaoján, dando paso su atractivo quizás más emblemático, la citada cueva.

Para proseguir con nuestro alternativo camino, continuamos por la calle por la que caminábamos, y que pronto se convierte en un bonito sendero con el río Guadiaro a nuestra derecha. La senda concluye en el Charco de la Barranca, donde existen unas pasaderas que sin mucha dificultad, nos permiten cruzar el río.

Existe otra posibilidad de evitar estas pasaderas, aunque en un recorrido menos atractivo. Para ello desde la estación del ferrocarril, debemos abandonar la barriada de la Estación, caminando por la carretera a Ronda. Justo al rebasar el puente de la misma sobre el río Guadiaro, debemos seguir una pequeña vereda que a nuestra derecha nos conduce al camino habitual a la cueva del Gato.
Continúo mi descripción, tras rebasar las pasaderas del Charco de la Barranca. Allí alcanzamos un camino por el que seguiremos a nuestra izquierda.  Bordeamos el río, y muy pronto pasaremos junto a las ruinas de un antiguo molino, mientras sobre nosotros el puente de la carretera. Es aquí precisamente donde se une la vereda, que comentaba como alternativa a las pasaderas del Charco de la Barranca.
El camino ahora es un bonito paseo junto al río durante algo menos de 2 km. Poco antes pasaremos junto a un hotel rural construido sobre las ruinas de una antiguo molino denominado de las Cuatro Paradas.

En breve llegamos hasta los alrededores de la Cueva del Gato, donde en el momento de mi descripción, para cruzar el río hay que hacerlo por unas improvisadas pasaderas. Aquí existía un puente de madera, prácticamente recién construido, y la riada también devoró. Una vez cruzamos el río seguimos por una pasarela de madera hasta las inmediaciones de la famosa cueva. Antes debemos pasar bajo el puente de piedra que sustenta la línea de ferrocarril, importante vía de comunicación con el mediterráneo, construido en 1892.
 Imagen del entorno tomada en 1890.
En la foto, de 1892, apreciamos el puente del ferrocarril.


Se trata de un paraje idílico, que incluso en los rigores veraniegos sus frías aguas nos ofrecen un agradable microclima. Esta cueva es en realidad la salida del río Guadares o Campobuche, que desaparece por la llamada cueva del Hundidero, unos kilómetros al norte de Montejaque.
Allí se construyó un embalse con la idea de retener el agua de este río, pero las características del subsuelo calizo, hace inútil esta construcción ya que el agua desaparece bajo la montaña y surge kilómetros más abajo, por esta Cueva del Gato.
Una vez que hemos disfrutado de este paraje, subimos por la ladera de nuestra derecha por un sendero que sube bruscamente. En realidad existen diferentes veredas dibujadas por el ganado en su trasiego diario. Hemos de escoger la que nos parezca mejor definida, pues se trata de ascender por la ladera de nuestra izquierda, entre retamas esparragueras y otras especies del bosque mediterráneo. A medida que ascendemos se va abriendo la panorámica, y en primer término a la derecha, divisamos las línea férrea Algeciras-Bobadilla.

Cruce en con el camino de Ronda
Después de unos quince minutos de pronunciado ascenso, llegamos a otro camino que a la derecha conduce a Ronda. Debemos seguir a nuestra izquierda ascendiendo ahora con menor pendiente. En breve llegamos a una especie de collado, en el que nos encontramos a nuestra izquierda el típico vallado que rodea a las propiedades cercanas.


En inapreciable subida llegamos a otro collado por el que descendemos por un carril hormigonado, a la otra vertiente. Pronto podemos disfrutar de una pintoresca panorámica de la localidad Montejaque, incrustada entre las montañas calizas. A su izquierda la sierra de Juan Diego, y al fondo el Peñón homónimo a esta localidad. A nuestra izquierda y ya en el fondo del valle, la localidad serrana de Benaoján. Famosa por sus industrias cárnicas, que hacen las delicias de los frecuentes visitantes.

Montejaque
Benaoján
Descendemos con fuerte pendiente, que el camino trata de suavizar con frecuentes curvas de herradura. Al finalizar este tramo, el recorrido se torna prácticamente llano, entre huertos particulares. Pasamos junto al campo Santo de la localidad, y en breve estaremos ya recorriendo su calle principal.
Continuamos por esta especie de bulevar, dejando atrás una rotonda justo a la que existe, a la izquierda, una tienda donde podemos adquirir productos típicos de la serranía. Cuando abandonamos las últimas casas, el citado bulevar se convierte en la carretera MA-8401, y por unos metros tenemos que bajar por ella, escasos metros, con mucho cuidado pues carece de arcén.
Pronto podemos continuar por una acera, estando atentos de tomar, tras escaso metros, una especie de carril que parte a la derecha en fuerte descenso, que va a unirse a otro camino que baja al otro lado de la cañada, desde Benaoján.

A la izquierda la surgencia de Beanoján
Cuando ya están próximas las primeras casas de la barriada de la Estación, a escasos metros a nuestra izquierda observamos la surgencia de Benaoján. En épocas de lluvias es asombroso el caudal que mana por ella. Producto de su acumulación en los valles ciegos en lo alto de las montañas circundante, y evacuada por simas que confluyen en este lugar.
Pasamos junto al pintoresco hotel rural Molino del Santo, y tras rebasarlo tomamos la primera calle a la izquierda. En breve pasamos el puente sobre el arroyo que origina la surgencia mencionada.


Proseguimos por la derecha y tras unos metros llegamos a la altura del paso a nivel por el que pasamos al iniciar nuestro recorrido. Ya solo nos queda caminar los escasos pasos que restan hasta la estación del ferrocarril, y disfrutar de un reparador descanso.


domingo, 29 de septiembre de 2013

De Benaocaz a la cima del Caíllo.



Tipo de ruta: circular.
Longitud: 11,1 km.
Duración aproximada: 5 horas y media.
Desnivel acumulado a superar: 825 m.
Dificultad: alta.
Para iniciar esta ruta debemos alcanzar en la sierra gaditana, la encantadora población de Benaocaz. Podemos hacerlo si venimos desde Ronda o Grazalema, por la carretera A-2302 a través del puerto de los Alamillos. Si procedemos del sur, podemos hacerlo por la A-373 que enlaza con la misma carretera, justo en una gasolinera que hay a la salida de Ubrique, dirección El Bosque.
Hemos catalogado esta ruta como de dificultad alta, por desarrollarse por algunos tramos de elevada pendiente, siendo en ocasiones las veredas de difícil identificación. Además existen algunos puntos en los que debemos extremar las precauciones, pero en absoluto es un recorrido peligroso, al alcance de cualquier amante de la montaña con una mínima experiencia.
Inicio de la ruta
Para comenzar, por la entrada que hay más al este de Benaocaz, accedemos a las inmediaciones del Ayuntamiento, donde hallamos una fuente con su abrevadero (790 m). Tomamos la calle que sube por la derecha hasta la parte alta de la localidad, para estacionar nuestro vehículo. Tenemos como referencia a la derecha, la ermita del Calvario, inmejorable atalaya desde la que se divisan las mejores panorámicas de los alrededores.
Nos proponemos ascender a la máxima cota cercana de esta población, que se yergue majestuosa al este, como si se tratara de un fiel guardián protector. Al observar la cumbre desde esta perspectiva, se muestra como inexpugnable, protegida por verticales paredes de roca que parecen imposible ser flanqueadas.
Son muchos los que conocen a esta cima también con el nombre, además de Caíllo, de Navazo Alto. Aunque somos conscientes de que conviven ambas denominaciones, hemos decidido identificar como navazo Alto, una bucólica nava situada muy cerca de la cima, que tendremos la oportunidad de disfrutar.
Al mirar al este, se nos oponen las imponentes paredes de roca, allí vemos una propiedad particular vallada. Nos dirigimos a un portón que hay junto a unos cipreses por el que se accede a una dolina salpicada de piedras (824 m. 10 min). Subimos longitudinalmente dirección a los tajos aprovechado algunos caminillos originados por el ganado.
Nuestra próxima referencia es un pequeño corral que existe bajo una hiedra visible de nuestra posición. La vereda comienza a ser más evidente, a la vez que bordeamos un derruido murito de piedra y la pendiente va elevándose. Algo más adelante, hallamos una alambrada junto a la que seguimos unos instantes para luego sobrepasar.
En breve llegamos a esta especie de corral que bordeamos por su lado derecho, cuando se nos opone una inclinada pedrera por la que debemos subir (936 m. 30 min). Aunque la senda se pierde por momentos, tendemos hacia la izquierda hasta alcanzar nuestro objetivo, un paso natural que adivinamos entre la pared de nuestra izquierda y la que tenemos en frente, donde nuestro camino es ahora más evidente.
Subimos con una fuerte inclinación, entre las dos paredes que conforman este paso natural, por una vereda que nos conduce a un collado que tenemos sobre nosotros. La panorámica que vamos observando tras nuestro caminar, es espectacular y de difícil descripción, especialmente desde una especie mirador, que tenemos a nuestra izquierda. Bajo nuestra posición Benaocaz, más al norte el valle de Fardela, por donde luego regresaremos. Al fondo hacia el norte, vemos la sierra del Pinar con el Torreón y el San Cristóbal, al noreste, las casi gemelas cumbres del Simancón y Reloj, auténticos buques insignias de la sierra del Endrinal.
Cima del Caillo
Una vez hemos alcanzado el collado (1.114 m. 1 h 5 min), ya vemos en frente la ante cima del Caíllo. Antes debemos superar una ladera tapizada de majuelos, y encinas. Descendemos ligeramente por un terreno arcilloso que en ocasiones, el agua de lluvia convierte en un lodazal. Cuando reiniciamos de nuevo la subida, para evitar la zona en la que los majuelos son más abundantes, la mejor opción es seguir por la izquierda entre las encinas. Aunque el camino es claro, la multitud de veredas que origina en ganado, puede llevarnos a confusión.
Tras este tramo accedemos a una pequeña dolina que hay bajo la cumbre del Caíllo. Para continuar, debemos afrontar la ladera que tenemos a la derecha pasando junto a la sima del Jaramago (1.341 m. 1 h 40 min). En pocos minutos estamos en la cresta culminada por el vértice geodésico. Cuando lo visitamos se encontraba decorado de una forma un tanto peculiar, con los colores de la bandera republicana (1.398 m. 1 h 50 min). Sin ánimo de polemizar, consideramos que quizás no sea lo más adecuado, emplear los hitos de los vértices geodésicos para la expresión de nuestras tendencias ideológicas. Creemos que deberían ser otros los foros destinados a este menester, además existe el riesgo de imitación de esta iniciativa por enfrentamientos ideológicos, con el consiguiente deterioro visual que provocarían en los vértices geodésicos, estas manifestaciones pictóricas.
La panorámica que puede disfrutarse desde la cumbre es inmejorable. Hacia el sureste las cumbres de la sierra de los Pinos, el Puntal del Raya, la Salamadre, Martín Gil, Palo, Mojón Alto, y Ventana. También las bellísimas y enormes navas que conforman los llanos del Republicano y el Pozo de los Álamos. En el norte las ya comentadas cumbres de las sierras del Endrinal, y del Pinar, y más próximas, las verdes e idílicas llanuras de los navazos Alto, Hondo y Llano.
Para proseguir, retrocedemos hasta la dolina que hay base del Caíllo, junto a la sima del Jaramago, para luego descender por la derecha. Rebasamos un pequeño muro de piedra, siguiendo por una senda bien definida bajamos hacia el navazo Alto. Estamos seguros de que comprenderán por qué sentimos una especial debilidad por este paraje. En los años de generosas lluvias, la abundancia y tonalidad de la hierba que crece en este navazo Alto, unidas al característico color de la roca caliza, hace su belleza comparable a otros rincones de la geografía del norte de España (1.217 m. 2 h 25 min).
Navazo Alto
Mantenemos nuestra orientación norte por una vereda jalonada de hitos de piedra. Si nos acercamos a nuestra derecha, podremos disfrutar de una inolvidable estampa del navazo Hondo bajo nuestros pies. A poco de continuar, cuando el encinar es más exuberante, debemos tomar un atajo que baja por nuestra derecha, dirección a ese lugar idílico, también conocido como navazo del Cao (1.196 m. 2 h 35 min).
Esta impresionante llanura, es lo que se conoce como un valle ciego. Las aguas de lluvia no pueden ser evacuadas por arroyos como es lo habitual, por el contrario lo hacen por estas simas a modo de sumideros. Para encontrar algunos de ellos, sólo tenemos que mantener el cauce de los arroyuelos que se van formando y que van a morir en el lado izquierdo, según nuestro caminar. Nosotros hemos localizado dos de ellos, pero es muy posible que exista alguno más.
Tranquilamente, los preciados cerdos ibéricos pacen ajenos al futuro que les espera, y también es frecuente ver ganado bovino pastando en el excelente prado que atravesamos, auténtico regalo que la naturaleza les brinda. Son de esos momentos, singulares, irrepetibles, que los amantes de las montañas saben valorar.
Navazo Llano
Abandonamos finalmente esta hermosa dolina por su lado izquierdo, y buscamos unos metros al noreste la fuente de los Navazos o del Cao, en la que podemos abastecernos de agua ( 1.146 m. 3 h 10 min).
Ahora debemos ir hacia el noroeste, subiendo ligeramente hasta nuestro siguiente hito el puerto de la Víbora. No existe camino definido, aunque si encontramos pequeñas veredas que el ganado va dibujando en su ir y venir en busca de alimento. A nuestra izquierda vemos la casa de los Navazos, rodeada de corrales en los que se refugian las célebres, por los productos que de ellas se obtienen, cabras Payoyas. Algo más adelante adivinamos a la izquierda, bajo nuestra posición, un idílico navazo que es la continuación de otro que no divisamos conocido como navazo Llano.
Una vez en el puerto de la Víbora, salvamos una angarilla, y comenzamos el descenso hasta el valle de Fardela (1.301 m. 3 h 40 min). Al fondo vemos la abandonada casa de la que toma su nombre este valle. Nos dirigimos unos metros más al norte de la casa, allí se ubica la fuente de las Nueve Pilas Picás. Al iniciar la bajada, vemos a nuestra derecha una nueva angarilla por la que baja una senda que procede de los Navazuelos Fríos, ya empleada en otra de nuestras rutas.
Cuando ya vemos a nuestra derecha, tras la alambrada, la fuente mencionada, continuamos dirección oeste un ciento de metros hasta rebasar el muro de piedra y hallar el sendero que partiendo Grazalema, conduce hasta Benaocaz, unos hitos de piedra nos ayudan a encontrarlo (1.131 m. 4 h 5 min). Continuamos por este nuevo camino hacia la izquierda, en ligero descenso dirección a Benaocaz. Les recomendamos de vez en cuando volver la vista atrás, para disfrutar de la bonita imagen de este valle, que vamos dejando tras nuestros pasos.
Navazo Hondo

En ocasiones vamos rebasando diferentes angarillas que dejamos tal como las hemos encontrado. Así atravesamos el arroyo del Pajaruco (88 m. 4 h 35 min), y vamos observando, en la zona conocida como Albinas, algunas construcciones destinadas al ganado. Entre vallados y muros de piedra accedemos al barrio Nazarí, en la parte alta de Benaocaz, por un sugerente sendero empedrado (813 m. 5 h 15 min). Siguiendo sucesivamente las calles, Cruz de Gonzalo, Puente Alcolea, Altozano, y plaza de la Constitución llegamos, hasta el Ayuntamiento ( 813 m. 5 h 30 min). Unos metros a la izquierda, se encuentra la fuente desde donde iniciamos el recorrido.


miércoles, 12 de octubre de 2011

Navazo Alto

En construcción

domingo, 15 de agosto de 2010

Navazo Alto

De Benaocaz a la cima del Caíllo, (ruta de los navazos).

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(Más información en http://juanmorente.blogspot.com)

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La Montaña Penibética

Tipo de ruta: circular.

Longitud: 11´2 km.

Duración aproximada: 5 horas.

Desnivel acumulado a superar: 825 m.

Dificultad: Alta

Hemos catalogado este recorrido como de dificultad alta, por desarrollarse por algunos tramos de elevada pendiente, siendo en ocasiones las veredas de difícil identificación. No obstante aunque existen puntos en los que debemos extremar las precauciones, en absoluto es un recorrido peligroso, al alcance de cualquier amante de la montaña con una mínima experiencia.

Para iniciar esta ruta deberemos llegar hasta la encantadora población de la sierra gaditana de Benaocaz. Podemos hacerlo si venimos desde Ronda o Grazalema, por la carretera A-374 a través del puerto de los Alamillos. Si procedemos desde el sur, podemos hacerlo por la misma carretera que parte desde la localidad de Ubrique, donde enlaza con la A-373.

Nos proponemos ascender a la máxima cota cercana, que se yergue majestuosa al este, como si de un fiel guardián protector, de esta población se tratara. Al observar la cumbre desde esta perspectiva, se muestra como inexpugnable, protegida por verticales paredes de roca que parecen imposible de ser flanqueadas.

Son muchos los que conocen a esta cima también como Navazo Alto, además de Caíllo. Aunque somos conscientes de que conviven ambas denominaciones, hemos decidido identificar como Navazo Alto, una bucólica nava situada muy cerca de la cima, que tendremos la oportunidad de disfrutar, por la que se puede acceder hasta Villaluenga del Rosario a través del puerto del Ahorcado.

Para comenzar, entramos en la localidad de Benaocaz por la entrada que encontramos más al este. Por ella accedemos a las inmediaciones del su Ayuntamiento donde hallamos una fuente con su abrevadero (790 m.s.n.m. 30S 283744, 4064134). Seguimos la calle que sube por la derecha hasta la parte alta de la localidad, donde estacionamos nuestro vehículo. Tenemos como referencia a la derecha, la ermita del Calvario, desde donde pueden disfrutarse las mejores panorámicas de los alrededores.

Al mirar hacia el este donde se nos oponen las imponentes paredes de roca, vemos una propiedad particular vallada. Nos dirigimos hacia un portón que hay junto a unos cipreses por el que accedemos a una dolina salpicada de piedras (824 m.s.n.m. 30S 283902, 4063986). Subimos longitudinalmente dirección a los tajos aprovechado algunas veredas que origina el ganado en su trasiego diario.

Nuestra próxima referencia es un pequeño corral que existe bajo una hiedra visible desde nuestra posición. Poco a poco la vereda comienza a ser más evidente al tiempo que bordeamos un derruido murito de piedra y la pendiente va elevándose. Algo más adelante, seguimos junto a una alambrada que acabamos por sobrepasar.

En breve llegamos a esta especie de corral que bordeamos por su lado derecho, llegando a una inclinada pedrera por la que debemos subir (936 m.s.n.m. 30S 284265, 4063703). Aunque vereda se pierde por momentos, tendemos hacia la izquierda hasta alcanzar nuestro objetivo, un paso natural que adivinamos entre la pared de nuestra izquierda y la que tenemos en frente, donde nuestro camino es ahora más evidente.

Subimos por la pedrera con una fuerte inclinación, entre las dos paredes que conforman este paso natural, por una vereda que nos conduce a un collado que tenemos sobre nosotros. La panorámica que vamos observando tras nuestro caminar es espectacular y de difícil descripción, especialmente desde un mirador que tenemos a nuestra izquierda. Bajo nuestra posición Benaocaz, más al norte el valle de Fardela y del arroyo del Pajaruco por donde luego regresaremos. Al fondo hacia el norte, vemos la sierra del Pinar con el Torreón y el San Cristóbal, hacia el noreste las casi gemelas cumbres del Simancón y Reloj auténticos buques insignias de esta sierra del Endrinal.

Una vez hemos alcanzado el collado (1.114 m.s.n.m. 30S 284641, 4063694), ya vemos en frente la ante cima del Caíllo. Antes debemos superar una ladera tapizada de majuelos, y encinas. Descendemos ligeramente siguiendo trazas de una vereda, que discurre por un terreno arcilloso que en ocasiones el agua de lluvia convierte en un lodazal. Cuando comenzamos de nuevo la subida, para evitar la zona en la que los majuelos son más abundantes, la mejor opción es seguir por la izquierda entre las encinas. Aunque el camino es evidente, la multitud de veredas que origina en ganado puede llevarnos a confusión.

Tras este tramo accedemos a una pequeña dolina que hay bajo la cumbre del Caíllo. Para continuar, debemos subir la ladera que tenemos a la derecha pasando junto a la sima del Jaramago (1.341 m.s.n.m. 30S 285460, 4064124). En pocos minutos estaremos en la cresta culminada por el vértice geodésico, con una peculiar decoración con los colores de la bandera republicana. Sin ánimo de polemizar, estimamos que no es lo más adecuado emplear los hitos de los vértices geodésicos para la expresión de nuestras tendencias ideológicas. Son otros los foros adecuados para este menester, además existe el riego de la imitación de esta iniciativa, con el consiguiente deterioro visual que provocaría (1.398 m.s.n.m. 30S 285582, 4064087).

La panorámica que puede disfrutarse desde la cumbre es inmejorable. Hacia el sureste las cumbres de la sierra de los Pinos, el Puntal del Raya, La Salamadre, Martín Gil, Palo, Mojón Alto, y Ventana. También las bellísimas y enormes navas que conforman los Llanos del Republicano y el Pozo de los Álamos. Hacia el norte las ya comentadas cumbres de las sierras del Endrinal y del Pinar, y más próximas las verdes e idílicas llanuras de los navazos Alto, Hondo y Llano.

Para continuar retrocedemos hasta la dolina que hay base del Caíllo, junto a la sima del Jaramago, para luego descender a la derecha. Rebasamos un pequeño muro de piedra, siguiendo por una senda bien definida hacia el Navazo Alto. Estamos seguros de que comprenderán por qué sentimos una especial debilidad por este paraje. En los años de generosas lluvias, la abundancia y tonalidad de la hierba crece en este Navazo Alto, unidas al característico color de la roca caliza, hace su belleza comparable a otros rincones de que existen en la bella geografía asturiana (1.217 m.s.n.m. 30 S 286153, 4064406).

Seguimos nuestro camino dirección norte por una vereda jalonada de hitos de piedra. Si nos acercamos a nuestra derecha podremos disfrutar de una inolvidable imagen del navazo Hondo bajo nuestros pies. A poco de continuar cuando el encinar es más exuberante, debemos tomar una pequeña vereda que baja por nuestra derecha en dirección a ese lugar idílico que es el navazo Hondo, también conocido como navazo del Cao (1.196 m.s.n.m. 30S 286242, 4064781).

Esta impresionante llanura es lo que se conoce como un valle ciego, ya que las aguas de lluvia no son evacuadas por un arroyo como es lo habitual, por el contrario lo hacen por simas a modo de sumideros. Sólo tenemos que seguir los arroyuelos que se van formando y que van a morir en el lado izquierdo según nuestro caminar. Nosotros hemos localizado dos de ellos pero es muy posible que existan muchos más.

Tranquilamente los preciados cerdos ibéricos pacen ajenos al futuro que les espera. También es frecuente ver ganado bovino pastando en el excelente prado que atravesamos auténtico regalo que la naturaleza nos brinda. Son de esos momentos, singulares, irrepetibles, que los amantes de las montañas sabemos disfrutar.

Abandonamos finalmente esta hermosa dolina por su lado izquierdo y buscamos unos metros hacia el noreste la fuente de los Navazos o del Cao, donde nos podremos abastecer de agua (1.146 m.s.n.m. 30S 286925, 4065674).

Ahora debemos ir hacia el noroeste, subiendo ligeramente en busca de nuestro siguiente hito el puerto de la Víbora. No existe vereda definida, aunque si encontraremos pequeños caminos que el ganado va dibujando en su ir y venir en busca de alimento. A nuestra izquierda vemos la casa de Los Navazos, rodeada de corrales de las célebres, por los productos que de ella se obtienen, cabras Payoyas. Algo más adelante vemos a la izquierda bajo nuestra posición otro idílico navazo que es la continuación de otro que no divisamos conocido como navazo Llano.

Una vez en el puerto de la Víbora, donde rebasamos una angarilla, comenzamos el descenso al valle de Fardela (1.301 m.s.n.m. 30S 286558, 4065916). Al fondo vemos la abandonada casa que da nombre a este valle, nos dirigimos unos metros más al norte de la casa donde se ubica la fuente de las Nueve Pilas Picás. En la bajada vemos a nuestra derecha una angarilla por la que baja una senda desde los Navazuelos Fríos.

Cuando ya vemos a nuestra derecha, tras la alambrada la fuente mencionada, continuamos dirección oeste un ciento de metros hasta hallar el sendero que desde Grazalema conduce hasta Benaocaz, unos hitos de piedra nos ayudan a encontrarlo (1.131 m.s.n.m. 30S 285834, 4066397).

Continuamos por este nuevo camino hacia la izquierda, en ligero descenso dirección a Benaocaz donde llegaremos en poco más de una hora. Les recomendamos de vez en cuando volver la vista atrás, para disfrutar de la bonita imagen de este valle que vamos dejando tras nuestros pasos.

En ocasiones nos encontramos diferentes angarillas que dejaremos tal como las hemos encontrado. Así atravesamos el arroyo del Pajaruco (988 m.s.n.m. 30S 285218, 4065349) y vamos encontrando, en la zona conocida como Albinas, algunas construcciones destinadas al ganado, hasta que entre vallados y muros de piedra llegamos al Barrio Nazarí en la zona alta de Benaocaz por un sugerente sendero empedrado (813 m.s.n.m. 30S 283834, 4064255). Siguiendo sucesivamente las calles Cruz de Gonzalo, Puente Alcolea, Altozano, y plaza de la Constitución llegamos hasta el Ayuntamiento. Unos metros a la izquierda encontramos la fuente desde donde iniciamos el recorrido.

(Las coordenadas y los track, están referidas al datum WGS84).

Solicitar el track en picomijas@gmail.com

Sería conveniente además incluir en vuestro correo de solicitud, marca, modelo de gps y formato de fichero deseado, gdb, gpx o plt.

lunes, 16 de marzo de 2009